Por lo general, vivimos en un mundo en el que todo va muy rápido y en el que, la mayoría de la gente, habita en espacios urbanos. Y esto se traduce a poco contacto con la naturaleza. ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra? Poner nuestro granito de arena montando nuestro propio huerto en casa. ¿Tienes idea de cómo se hace? Antes de darte las pautas, desde CHG queremos contarte todo lo bueno que te aportará para que así tengas aún más ganas de crearlo.
¿Por qué tener un huerto en casa?
- Como te comentábamos, uno de los motivos principales para hacerlo es estar más cerca de la naturaleza. Vivimos tan deprisa y hacemos tantas cosas que le prestamos poca atención y no debería ser así, ¡necesitamos estar en contacto con ella!
- Teniendo nuestro huerto en casa contribuiremos con el medio ambiente y con nuestra salud. Comenzaremos a comer de una forma más saludable ya que conseguiremos alimentos más sanos, nutritivos y sabrosos. Evitaremos así los pesticidas y las cadenas de producción rápida.
- Creándolo aprenderemos sobre plantas y hortalizas y también lo harán nuestros hijos (si tenemos). Además, nos divertiremos haciéndolo y tendremos una nueva forma de escape de nuestra rutina: una nueva forma de distracción y de cargar pilas.
Cómo montar nuestro propio huerto en casa
1. Elegir el espacio
Lo primero que haremos es buscar el espacio donde lo colocaremos. ¿Es esencial que sea exterior? Es mejor pero no obligatorio. Hay muchas semillas que pueden madurar en un interior, así que si no tienes jardín o terraza, también tienes la opción de tener un huerto en casa.
Lo principal para escoger la ubicación es que esta tenga luz directa. ¿Te acuerdas cuando te explicaron en el colegio aquello de la fotosíntesis? Pues ahora te servirán esos conocimientos. Y es que, todas las plantas (y aquí incluimos también las hortalizas) necesitan la luz solar para obtener energía a través de la fotosíntesis. Por eso es tan importante que los rayos del sol lleguen a ellas.
¿Todo lo que plantemos necesita la misma luz? No. Hay plantas que necesitan más que otras. Por eso, en función de la luz que tengamos en casa, elegiremos las hortalizas que plantaremos. ¿Cuáles necesitan más insolación? Las berenjenas, los tomates y los pimientos necesitan más luz. En cambio, otros productos como la lechuga, la cebolla o las fresas no precisan de tanto sol.
2. Elegir el recipiente donde colocar las plantas
Si disponemos de jardín, la propia tierra del suelo será nuestro recipiente. En caso de no contar con una parcela para ello, tendremos que utilizar recipientes de cultivo y sustratos orgánicos (los sustratos son el soporte de la planta, donde se desarrollan sus raíces y donde se abastecen de agua y nutrientes).
Estos recipientes, si se tiene poco espacio pueden ser de un tamaño pequeño ya que los cultivos de un huerto urbano no requieren demasiada profundidad. Una maceta, una caja, un canalón… de unos 7 a 15 cm de alto bastará para plantar casi de todo.
Una vez hayamos encontrado un buen recipiente, debemos adquirir tierra y abono. Si tenemos jardín, tendremos que limpiar la tierra de matojos y malas hierbas con un rastrillo. Sino, podremos comprar la tierra en cualquier tienda especializada. Tras esto, habrá que poner el abono para enriquecer la tierra (este se puede comprar o hacerlo casero con restos orgánicos como restos de patatas, estiércol, cenizas, restos de frutas, etc.).
Tras esto, tocará escoger la siembra (lo que queremos plantar). Para ello, te aconsejamos que pienses muy bien lo que te apetece plantar y te informes de sus cuidados para saber si es buena idea cultivarlos en tu casa.
3. Elegir el tipo de riego
Como bien sabrás el agua es fundamental para las plantas. Por esta razón hay que pensar bien cómo vamos a hidratarlas. En especial si montamos nuestro huerto en casa ya que el agua se agota con mayor facilidad que en el suelo (donde hay que estar menos pendientes del riego).
Si vamos a estar siempre en nuestra vivienda, la mejor solución es que reguemos nosotros con una regadera y hacerlo poco a poco para evitar la formación de grietas en el sustrato. El objetivo de regar en pequeñas dosis pero con asiduidad también es que la tierra se mantenga siempre húmeda.
Si no podemos atender tanto a las plantas, si tenemos un huerto grande o si vivimos en una zona con mucho calor y sol, la opción más correcta es la del sistema de riego por goteo con programador para mantener la humedad perfecta en todo momento.
¿Qué te parece? ¿Te apuntas a montar tu huerto en casa? Sin duda, una buena forma de alimentarnos de forma saludable y, además, de estar entretenidos en nuestro hogar, en especial en estos momentos.