Cuando tomas la decisión de comprarte una vivienda, y convertirla en tu hogar, debes tener en cuenta todo lo que supone. Para que no haya sorpresas ni problemas que te empañen este gran momento, hoy te contamos (de la manera más clara posible) cuáles son los gastos de comprarse una casa, ¡ya no te quedarán dudas!
Los gastos de la compra-venta
La notaría
La figura del notario es muy importante a la hora de realizar la compra-venta de una casa. Él es el encargado de dar fe de esta transacción, redactar la escritura y asesorarte en todo lo necesario.
Su presencia no es obligatoria, ya que puede realizarse este trámite entre el comprador y el vendedor, a no ser que el comprador solicite una hipoteca. En este caso sí sería obligatorio, ya que así lo establece la Ley Hipotecaria.
Registro de la Propiedad
Una vez realizadas las escrituras por parte del notario, estas deben inscribirse en el Registro de la Propiedad, lo que también conlleva un gasto. La cantidad varía dependiendo del precio del inmueble.
Impuestos vinculados a la compra venta
Dentro de estos impuestos hay que hacer una distinción, ya que no serán los mismos si la vivienda a comprar es de nueva construcción o no.
En el caso de que sea nueva, el impuesto más importante es el IVA. Pero también debes añadir el impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que es aquel que se genera por firmar en el notario e inscribirse en el registro. La cuantía de este último impuesto dependerá de la Comunidad Autónoma.
Por otro lado, si la vivienda no es nueva el impuesto más importante que deberás tener en cuenta es el Impuesto sobre las Transmisiones Patrimoniales (ITP).
La gestoría
Este último no es un gasto obligatorio que debas asumir, pero sí muy recomendable. Son profesionales que se encargan de gestionar todos los impuestos y papeleos y te ayudarán a quitarte trabajo de encima.
Los gastos de la hipoteca
Como decíamos al principio, no supone la misma cantidad de gastos el comprar una vivienda con o sin hipoteca. En este caso, habría que sumar algunos gastos adicionales a los anteriormente mencionados.
Los más destacados son: la tasación de la casa (para que el banco sepa qué porcentaje puede conceder), la firma del préstamos hipotecario (que acarrea a su vez gastos notariales), y la comisión de apertura (depende de la entidad bancaria).