Con estos sencillos pasos y consejos tu casa de verano se mantendrá limpia, ordenada y libre de arena ¡mucho más tiempo!
Olvídate de la arena de playa en tu casa de verano
Con niños en casa, mantener la casa limpia suele convertirse en toda una odisea. Es normal que a edades tempranas no tengan un concepto del orden y la limpieza como lo tenemos los adultos y aunque una buena educación pase siempre por enseñarles estos conceptos y hacer que los pequeños colaboren en cierta manera con pequeñas tareas del hogar, normalmente hay que estar “encima de ellos”.
Si ya de por si esto suele ser algo un poco complicado durante el curso, en verano ¡mucho más! Y es que durante esta época del año los niños de la familia suelen estar mucho más enérgicos debido a la ilusión de las vacaciones, los planes nuevos y por supuesto, las jornadas en la playa y la piscina, uno de sus planes favoritos todo el año que sin embargo ¡suele ensuciar aún más la casa!
Y es que el agua y la arena son dos de los enemigos principales en lo que a la rutina de limpieza de tu casa se refiere y es normal que durante estos meses, la escoba y la fregona sean un instrumento de limpieza que usar más de una vez al día. Sigue estos pequeños consejos para mantener tu casa de verano lo más ordenada posible y evitar estar todo el día limpiando ¡porque las vacaciones son para descansar!
Darse una buena ducha final antes de volver a casa
Aunque suene muy evidente, no todo el mundo pasa por la ducha de la playa o piscina después de darse el último chapuzón de la mañana o del día. Acostumbrar a todos los miembros de la casa a que se den una buena ducha quitándose la arena y el cloro de la piscina a conciencia, además de ser bueno para la piel y mucho más gustoso (¡qué sensación tan incómoda es cuando se queda arena en alguna parte del cuerpo! Servirá para que la mayor parte de la arena se vaya con el agua evitándose así que entre en casa.
Y evitar después pisar la arena
Otra pequeña “ayuda” para no llevarnos la arena de los pies a casa es, una vez duchados, secarnos los pies lo mejor posible y evitar volver a tocar la arena de la playa para que no se vuelva a pegar a la piel ni ensucie las chanclas.
¡Sacudir las chanclas, bolsas de playa y accesorios justo antes de entrar!
Un acto sencillo y eficaz para continuar con la limpieza de la arena es sacudir con energía las chanclas de la playa en la calle antes de entrar a casa, y lo mismo con las toallas, sombrilla, canasto… de esta manera al entrar en el portal o la entrada de tu hogar casi toda la arena habrá desaparecido.
Enjuagar bien los bañadores
Aunque ya estés secos, cambiarse de bañador nada más llegar a casa y enjuagarlos bien con agua es fundamental. De esta manera, quitarás los restos de cloro y arena y los mantendréis como nuevos por más tiempo. Lo ideal es dejarlos secar a la sombra para que no pierdan color, al igual que las toallas y ropa de playa.
¡Y finalmente, toca barrer!
Aunque, como hemos mencionado antes, las vacaciones son para que todos los miembros de la familia descansen, sacar la escoba mínimo 1 al vez al día es algo inevitable si quieres mantener el suelo limpio y evitar que la arena y el polvo se acumulen. Si sois varios miembros en casa y tus hijos ya tienen edad, haced turnos para barrer y fregar el suelo. Así, además de mantener la casa reluciente, evitaréis que el suelo se arañe lo mínimo posible por la arena del mar.
