Aunque parezca una tarea fácil, saber escoger una buena decoración para nuestra propia casa puede convertirse en un hecho bastante complejo. Una mala combinación de colores, la iluminación mal pensada o insuficiente o el hecho de no tener en cuenta nuestro propio estilo ni nuestras necesidades, pueden afectar a la armonía del ambiente que en otra situación, podría ser perfecto. ¿Cómo evitarlo? Aprendiendo sobre los errores comunes en decoración y siguiendo los consejos prácticos que, desde CHG, proponemos para lograr un espacio armonioso y sensato.
1. Falta de planificación
Uno de los errores más comunes a la hora de decorar tu casa es no seguir un orden ni un plan claro. ¿A qué nos referimos? Por ejemplo, a comprar muebles y elementos decorativos de forma impulsiva ya que puede resultar finalmente una combinación sin coordinación ninguna en estilo, colores, tamaños o texturas. Para evitar esta errata, antes de iniciar cualquier proyecto de decoración, es importante tener claras varias cosas: las medidas del espacio, el estilo que quieres seguir, tus gustos personales y necesidades, la paleta de colores que habrá y por supuesto, el presupuesto del que dispones. Algo que puede ayudar mucho es emplear alguna aplicación o programa de decoración con el que visualizar tu hogar y la forma en la que quieres «vestirlo».
2. No dar la importancia que merece a la iluminación
La iluminación es uno de los elementos más importantes a la hora de ambientar una casa y en ocasiones, se pasa por alto dando lugar a espacios oscuros o mal iluminados que menosprecian la decoración y pueden afectar al ambiente. Para ello, es imprescindible incorporar diferentes tipos de iluminación: general, puntual y de ambiente. Para asegurarte de tener una buena iluminación en casa, es importante atender a las zonas que tienen suficiente luz natural durante el día y utilizar lámparas y puntos de luz para complementar la iluminación por la noche. Los reguladores de intensidad también son una muy buena opción para ajustar la luz según las necesidades y que tu hogar luzca (nunca mejor dicho) lo más acogedor posible.
3. No atender a las proporciones y al espacio
Los muebles demasiado grandes en habitaciones con dimensiones reducidas pueden saturar visualmente los espacios, mientras que muebles pequeños en habitaciones grandes pueden dar la sensación de estar perdidos. Para evitar este problema de proporciones es necesario medir el espacio antes de comprar los muebles. Puedes utilizar una cinta métrica o herramientas de planificación digital para asegurarte de que los muebles sean proporcionales al espacio. Además, juega con la altura y la profundidad de estos para añadir profundidad visual sin llegar a romper la armonía.
4. Una mala elección de la paleta de colores
La elección de los colores son uno de los errores más comunes en decoración ya que muchas personas eligen una paleta cromática que no combina del todo bien, consiguiendo un efecto discordante en los espacios de la casa. Para evitarlo, es esencial planear una paleta de colores equilibrada utilizando la regla del 60-30-10: 60% un color dominante, 30% un color secundario y 10% un color de acento. Asegúrate de que los colores elegidos se complementen entre sí y reflejen la atmósfera que deseas crear en tu hogar.
5. El exceso de muebles
Sobrecargar una habitación con demasiados elementos (como los muebles) puede dificultar el movimiento y provocar la sensación de que el espacio esté abarrotado y por tanto, no sintamos ese «concepto» de hogar acogedor. ¿La mejor solución? Optar por un enfoque minimalista. Selecciona muebles que sean funcionales y estéticamente agradables porque recuerda: ¡Menos es más! Una habitación despejada y bien organizada siempre se verá más amplia y acogedora.
6. Olvidarte de tus gustos y personalidad
Debes tener en cuenta y dar la importancia que merece a tu propio criterio y estilo personal porque tu casa no es una sala de exposiciones, es un hogar, tu hogar. No incorporar elementos personales hará que el espacio se vea impersonal y por tanto, muy frío. Añade toques personales que reflejen tu estilo y personalidad como piezas de arte, fotografías personales, recuerdos de viajes, libros, textiles… ¡Es imprescindible para sentirte a gusto en tu propia casa!