¿Teletrabajo en verano? Si eres de esos privilegiados que pueden llevarse la oficina a casa durante el periodo estival, debes conocer la importancia de tener un espacio de trabajo que te permita ser productivo sin renunciar a la comodidad ni al estilo de nuestro entorno. Aunque pueda parecer una tarea complicada, desde CHG te damos algunos consejos prácticos para lograr un home office perfecto:
Escoge el espacio perfecto
A la hora de decidir en qué espacio teletrabajar, es importante atender a la tranquilidad y escoger un lugar lo más alejado posible de las distracciones de la casa. ¿Tienes algún rincón o sala donde te sientes aislado y tranquilo? Es importante optar por una habitación separada de las zonas comunes y si no es posible, un espacio de poco tránsito. La privacidad y sobre todo, la tranquilidad, son puntos clave para mantener la concentración mientras trabajas.
Una iluminación adecuada
Dentro de lo posible, es esencial aprovechar al máximo la luz natural de casa por lo que debes situar el escritorio o mesa de trabajo cerca de un punto de luz, como una ventana. La luz natural no solo mejora tu visibilidad reduciendo la fatiga durante las horas de trabajo, sino que también tendrá repercusiones positivas en tu estado de ánimo. Cuando la luz disminuya, complementa tu zona de trabajo con un buen punto de luz como un flexo o lamparita, y si es regulable, todavía mejor.
Mobiliario ergonómico, todo un must
Uno de los mejores consejos que puedes recibir en tema de teletrabajo es optar por un mobiliario ergonómico como una silla con estas características o un escritorio al que se le pueda regular la altura. Si quieres prevenir problemas de espalda, una silla con buen soporte lumbar y ajustable en altura es tu mejor opción y créenos, a la larga lo agradecerás. Además, el escritorio debe ser lo suficientemente amplio e intenta tenerlo siempre lo más organizado posible, sin muchos elementos que puedan distraerte de tus tareas laborales.
Ten en cuenta los momentos de descanso
Uno de los aspectos más importantes de cualquier trabajo es saber parar y tener reservados los momentos para hacerlo, desconectar y descansar. Por ello, contar con un pequeño espacio para relajarte durante tus pausas puede llegar a ser muy positivo: un sillón cómodo, una mesa con libros o una zona para estirarte pueden ayudarte a desconectar y recargar energía.
Aunque parezcan cosas sencillas, estos pequeños consejos te ayudarán a trabajar en las mejores condiciones posibles, ser más productivo y sobre todo, ¡sentirte como en casa!
