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¿Hipoteca fija o hipoteca variable?

Si te planteas la posibilidad de comprar una vivienda, una de las cuestiones que más pueden hacerte dudar reside en decidirte por uno de los dos tipos de hipotecas que existen y que se ajustan mejor a tus necesidades: la hipoteca de tasa fija o la hipoteca de tasa variable. ¿Cuál es mejor y por qué? Debes saber que ambas tienen ventajas pero también inconvenientes y la elección entre una de ellas depende, por supuesto, de muchos factores tanto personales como económicos. Desde CHG nos hemos propuesto ayudarte y por ello analizamos los pros y contras de cada uno de los tipos de hipoteca y por supuesto, cómo saber cuál es la mejor opción para ti mismo.

CHG

La hipoteca a Tasa Variable

Este tipo de hipoteca tiene dos puntos a favor muy importantes: en primer lugar, las hipotecas de tasa variable suelen ofrecer tasas de interés iniciales más bajas que las fijas, lo que puede significar unos pagos mensuales más bajos al principio del préstamo. Por otro lado, también te dan la oportunidad de pagar menos si las tasas bajan y por tanto, tus pagos mensuales también podrían disminuir.

Ahora bien, también tienen algunos «contras» como la incertidumbre que generan por el hecho de que los pagos pueden variar con el tiempo, dificultando la planificación financiera. En periodos de aumento de tasas, podrías enfrentarte a pagos mensuales mucho más altos. Por último, este tipo de hipotecas también son más complejas ya que requieren un monitoreo constante de las tasas de interés y una comprensión de cómo y cuándo pueden cambiar.

La hipoteca a Tasa Fija

Uno de los pros de la hipoteca a tasa fija que más pueden interesarnos es la certeza y sobre todo la constancia de los pagos ya que, de manera mensual, estos permanecen constantes durante toda la vida del préstamo, lo que facilita la planificación financiera a largo plazo. Además, en segundo lugar, debemos destacar la protección contra la inflación ya que, frente a la de tasa variable, con la hipoteca de tasa fija actúas contra posibles incrementos en las tasas de interés del mercado. Esto puede llegar a ser muy positivo y beneficioso en periodos de inflación más alta. Por último, la simplicidad ya que con este tipo de hipoteca no necesitas monitorear las tasas de interés ni preocuparte por fluctuaciones en el mercado.

En cuanto a los puntos más «negativos» o contras, debemos destacar que los costos iniciales son más altos ya que normalmente, este tipo de hipotecas tienen unas tasas de interés iniciales más altas en comparación con las hipotecas a tasa variable. Por último y de manera evidente, la menor flexibilidad ya que si las tasas de interés del mercado bajan y no refinancias, te quedarás con una tasa más alta, lo cual puede implicar costos adicionales.

 

¿Por qué tipo de hipoteca decidirse?

Evidentemente, la elección entre una hipoteca a tasa fija y una a tasa variable depende de las necesidades, la situación financiera y las condiciones del mercado de cada uno. Situs ingresos son estables y constantes, planeas quedarte en dicha propiedad a largo plazo y prefieres la certeza y seguridad en tus pagos, una hipoteca a tasa fija puede ser la más adecuada para ti. Si por el contrario, esperas que tus ingresos aumenten en el futuro o puedes manejar la fluctuación en los pagos, además de tener en mente la venta de la casa en periodo de tiempo más o menos próximo, una hipoteca a tasa variable podría ser la mejor opción. De un modo u otro, desde CHG recomendamos que analices tu situación y la de tu vivienda con expertos que te ayuden a tomar la mejor decisión. ¡Esperamos que te haya servido de ayuda!

Tipos de hipoteca

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