Consejos para dejar tu segunda residencia perfectamente cerrada fuera de temporada
Las vacaciones de verano llegan a su fin y con ellas toca hacer una de las tareas que más pena, y por qué no decirlo, algo de pereza, da hacer. Cerrar la casa de verano para protegerla lo máximo posible y mantener las estancias lo más limpias es fundamental para que, cuando vuelvas a abrirla, sea mucho más fácil y rápido volver a disfrutar de ella.
Y es que el polvo, la humedad y el mantener cerradas y sin ventilar determinadas estancias de una casa durante varios meses pueden perjudicar el buen mantenimiento de un hogar y por eso es fundamental hacerlo con mimo y atención antes de regresar a nuestra casa habitual.
Sigue estos sencillos consejos para cerrar tu casa de verano y poder así disfrutarla más rápidamente cuando regreses ¡y evita sorpresas desagradables a tu vuelta!
1 Ordena y limpia todas las estancias
Limpiar a fondo la cocina evitando dejar cualquier tipo de alimento perecedero, baños impolutos y habitaciones sin nada de polvo y, si es necesario, con las sábanas quitadas es una de las tareas fundamentales para el buen cierre de una segunda residencia. Si además esta está ubicada en la playa, hay que limpiar con esmero estanterias, mesas y cualquier mueble dejándola libre ya no solo de polvo si no de cualquier resto de arena. Como paso final, barre y justo antes de salir, deja todos los suelos fregados.
2 Cubre y almacena
Para determinados muebles de interior y sobre todo los de exterior, será neceserio cubrirlos con fundas o sábanas viejas para que se conserven mejor. Lo ideal es poder meter el mobiliario de jardín dentro de casa pero si por espacio no es posible, almacena y cubre los cojines e intenta poner a resguardo los muebles para que la lluvia y el sol no los estropeen ni desgasten.
3 Vacía grifos y apaga luces
Vaciar todos los conductos de agua de la casa -duchas, grifos y cisternas- una vez hemos cerrado la llave de paso es bueno para que el agua acumulada no se quede almacenada. De esta manera evitarás posibles averías o congelamientos. De igual manera, es fundamental apagar el interruptor general de la luz para evitar fallos eléctricos y por si nos hemos dejado alguna estancia encendida, se apague junto al resto de luces de la vivienda evitando gastos en la factura innecesarios.
4 Cierra ventanas y puertas
Otro paso fundamental que a veces podemos pasar por alto es cerrar a la perfección todas las ventanas de la casa para evitar corrientes de aire y por supuesto posibles robos. Dejar las puertas de todas las habitaciones cerradas es otra pequeña acción muy práctica para que el polvo no se esparza libremente.
5 Deja una copia de las llaves a alguien de confianza
Si tu segunda residencia está alejada de tu casa, contar con algún familiar, amigo o persona de confianza que resida cerca de esta es clave para poder dejarles un juego de llave por si hay que acudir a la vivienda en caso de necesidad. De esta manera si surgiera una urgencia acceder a la casa sería mucho más rápido e incluso se evitaría tener que introducirse en ella forzando o rompiendo una puerta o ventana.
6 Y despídete de ella con una sonrisa!
Aunque sea un acto banal, cerrar la casa con mimo, cuidado y “despedirse” de ella hasta tu retorno es una manera bonita de finalizar unas estupendas vacaciones y llenar cada estancia de energía y alegría ¡hasta la próxima!
